Un auditor financiero es un profesional calificado responsable de verificar la integridad de los registros financieros de una entidad. Esta actividad requiere mucha habilidad y conocimiento en contabilidad, tributación y otros temas relacionados con finanzas. Los auditores deben realizar estudios exhaustivos para determinar si las documentaciones se ajustan a normativas externas e internas.
Los auditores financieros además deben cumplir con ciertos principios éticos para garantizar la confianza en sus servicios. El propósito principal es proporcionar asesoramiento experto y recomendaciones al cliente, sobre todo cuando hay disputas o problemas relacionados con su contabilidad. Por supuesto, todos los trabajos de auditoría deben respetar la legislación local vigente.
Además del servicio tradicional, el análisis y control de finanzas, los auditores también pueden ayudar a los usuarios en variadas áreas, como, por ejemplo: detectando errores o incongruencias en estados financieros; mejorando sistemas administrativos; identificando procedimientos inefectivos; detectando malversaciones o fraudes; evaluando riesgos y mitigándolos; y ayudando a la empresa a cumplir con estándares nacionales e internacionales de contabilidad.
En definitiva, el trabajo del auditor financiero consiste en proveer información precisa y detallada acerca de las operaciones financieras que benefician al cliente al momento de tomar decisiones valiosas respecto a su negocio. Esta información le permite definir metas realistas para el futuro desarrollo del negocio distintamente condicionado por aquella lis aspectos fiscalmente relevantes.
