En tiempos de crisis, es común que las preocupaciones tengan un impacto en el estado de ánimo general y en la consecución de metas. Sin embargo, es en momentos como estos cuando los valores fundamentales cobran aún más relevancia. En situaciones de gran crisis, es crucial analizar si estos valores y creencias siguen siendo válidos. Por ejemplo, si uno de los valores fundamentales de una organización es el apoyo al equipo, ¿sigue siendo aplicable incluso cuando las circunstancias se tornan difíciles?
En una situación de crisis, es de esperar que las empresas y sus líderes examinen profundamente sus valores fundamentales y los utilicen de manera proactiva. Siempre habrá desafíos en el mundo, tanto pequeños como grandes, y el objetivo es pensar activamente en cómo avanzar de manera positiva y efectiva, independientemente de los obstáculos que se presenten.
Aquí hay algunas reflexiones importantes para evaluar los valores fundamentales:
Compromiso con la misión: Es esencial revisar la misión de la empresa y encontrar formas de cumplirla durante una crisis. En muchos casos, la misión se centra en la calidad de los productos y servicios, así como en los plazos de entrega para beneficiar a los clientes. En situaciones como una pandemia, es crucial encontrar maneras de cumplir la misión tanto con los clientes actuales como con los potenciales. Mantenerse fiel a la misión puede implicar adaptarse a diferentes circunstancias, siempre y cuando se conserve el propósito original.
Gestión de riesgos: Cumplir con la misión y los objetivos empresariales requiere una planificación y asignación adecuada de recursos. Es necesario realizar presupuestos y proyecciones para navegar por las crisis. Sin embargo, esta planificación no debe limitarse al escenario más adverso. Deben considerarse diferentes escenarios y sus posibles resultados, tanto positivos como negativos, para tomar decisiones informadas y gestionar adecuadamente el negocio.
Evaluación objetiva de las dificultades: En tiempos de crisis, es importante reconocer que hay situaciones fuera de nuestro control. Nadie puede prever con certeza cómo evolucionarán factores como la propagación de un virus o decisiones gubernamentales que afecten la economía. El control reside en cómo abordamos nuestras responsabilidades, relaciones y tareas en un entorno en constante cambio. Por ejemplo, la transición al trabajo remoto fue un desafío al que muchas empresas tuvieron que adaptarse para cumplir con su misión y mantener sus valores.
Transparencia: Tanto clientes, proveedores como empleados necesitan información oportuna y clara sobre las acciones que está tomando la empresa durante una crisis. La comunicación abierta y transparente es fundamental en una organización exitosa, especialmente en momentos de incertidumbre. Cuando una empresa está implementando estrategias innovadoras para superar dificultades, es esencial comunicarlo de manera honesta. Esto ayuda a que todos se sientan parte del mismo equipo y puedan avanzar juntos.
Mantenimiento de la cultura: A pesar de las circunstancias complicadas, es importante mantener un espíritu positivo y la cultura de la empresa. No se deben perder los valores y rasgos culturales que identifican a la organización. Aunque la pandemia y otras crisis afecten a las personas y empresas de diferentes maneras, es fundamental fortalecer los lazos sociales positivos y destacar lo mejor de la compañía en beneficio de todos. En lugar de enfocarse en los problemas, es esencial centrarse en las soluciones.
Los valores fundamentales deben ser inquebrantables y fortalecerse durante las crisis, aplicándose no solo en los momentos buenos, sino también en los desafiantes.