La contabilidad financiera implica el proceso por el cual se recopilan, miden, registran y comunican los ingresos, las cuentas pendientes de pago y los gastos de una entidad en un informe financiero.
Este procedimiento está diseñado para precisamente reflejar la actividad comercial con precisión; auxiliar a las organizaciones en el cumplimiento de requisitos legales, fiscales y reglamentarios; presentar la información financiera a los dueños o accionistas; facilitar un análisis financiero profundo y contribuir a la asignación eficaz de los recursos. El objetivo principal de la contabilidad financiera es permitir que terceros evalúen la valía de una empresa.
Comprender las ventajas de la Contabilidad Financiera
La contabilidad financiera posibilita a las partes externas entender la rentabilidad y el valor de un negocio. Un inversor puede determinar cuáles compañías han logrado un rendimiento estable, si han distribuido utilidades y parecen tener márgenes positivos. Un prestamista puede revisar los informes financieros para evaluar la disponibilidad de efectivo, el flujo monetario, el apalancamiento y la solidez general.
Pautas de Información Financiera
Las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) representan el conjunto de estándares contables globales promulgados por el International Accounting Standards Board (IASB). Estas directrices establecen los requerimientos para el reconocimiento, la medición, la presentación y la revelación de información sobre transacciones y eventos económicos que impactan a una entidad y que se reflejan en los Estados Financieros.
El propósito fundamental de estas normas es instaurar una base común para la contabilidad en todo el mundo. Por lo tanto, el IASB (una organización de carácter privado con sede central en Londres) encontró la manera de instaurar estándares internacionales para comunicarse de manera uniforme en términos contables, y para que todos los países sigan un único manual aceptado.
La contabilidad financiera suele ser realizada por aquellos individuos que han estudiado los métodos, conceptos, historia y regulaciones relacionadas con su práctica. Estos profesionales se conocen como Contadores Públicos, un título que hace referencia a los expertos legalmente autorizados para ejercer esta profesión, debido a su educación académica, experiencia laboral y aprobación satisfactoria de los exámenes requeridos en cada país para obtener la licencia.
Las compañías deben presentar anualmente sus Informes Financieros y de acuerdo con los criterios específicos, avalados por un tercero independiente, es aquí donde entran en juego los Contadores Públicos, asegurando que los Informes Financieros sean preparados siguiendo las NIIF mencionadas.
La Finalidad de los Reportes Financieros
Desde un enfoque práctico, el objetivo primordial de la contabilidad financiera es compilar de manera precisa los informes financieros de una entidad para un período determinado, con el fin de representar los resultados de las actividades y el desempeño económico a través de documentos escritos conocidos como Estados Financieros. Los tres principales Estados Financieros son: el estado de resultados, el balance general y el estado de flujo de efectivo.
Los Estados Financieros de una empresa tienen diversos propósitos; proporcionan información crucial a los accionistas y a los acreedores de préstamos, también pueden atraer la atención de un inversionista potencial.
La administración utiliza los Estados Financieros para gestionar tanto las operaciones actuales como las futuras de la entidad. Estos informes también brindan información a diversos tipos de inversionistas para llevar a cabo análisis numéricos mediante la utilización de tendencias, ratios y comparaciones con la industria.
Los tres principales Estados Financieros externos –el estado de resultados, el balance general y el estado de flujo de efectivo– por lo general se emiten cada trimestre, de acuerdo a un cronograma establecido. Esto implica que los distintos usuarios de la información pueden acceder a los datos de manera continua y fiable en todo momento, no solo cuando la empresa está teniendo un buen desempeño o parece más solvente.
El rol de los auditores independientes frente a las NIIF y los Estados Financieros
El respaldo a los Estados Financieros por parte de un tercero independiente, al que se hizo mención previamente, no es más que la aprobación de los mismos por parte de otro Contador Público que ha obtenido la certificación de auditor independiente en su formación profesional.
En este sentido, el auditor debe ofrecer una evaluación sobre los Estados Financieros. En consecuencia, evalúa si, basándose en las pruebas obtenidas durante la auditoría, existe una seguridad razonable de que los Estados Financieros en su conjunto están libres de errores materialmente importantes. Esto implica determinar si se ha conseguido suficiente evidencia adecuada para reducir de manera aceptable los riesgos de errores sustanciales en la presentación de los Estados Financieros y para valorar los efectos de errores no corregidos.
El auditor tiene la responsabilidad de formar una opinión sobre si los Estados Financieros se presentan de manera razonable en relación con los asuntos importantes, de acuerdo con el marco de referencia de información pertinente. En este contexto, implica evaluar si los Estados Financieros han sido preparados y presentados conforme a los requisitos específicos establecidos en las Normas Internacionales de Información Financiera NIIF (conocidas como IFRS en inglés).
Durante la ejecución de su labor y procedimientos de auditoría, los auditores deben cumplir con lo establecido en las Normas Internacionales de Auditoría (NIA), que son un conjunto de regulaciones establecidas por la Federación Internacional de Contadores (IFAC en inglés). Estas normas buscan uniformar las prácticas de los auditores, con el propósito de lograr que el trabajo de los auditores sea coherente en un mundo globalizado. Por ende, una auditoría realizada en un país X debe arrojar resultados similares, o al menos muy parecidos, a los obtenidos en un país Y.
En conclusión, en la actualidad, la responsabilidad de los Contadores Públicos y los auditores es significativa. Aunque normalmente no son quienes toman decisiones ni son directamente responsables de fraudes o prácticas inadecuadas que ocasionalmente ocurren en el ámbito empresarial, estos profesionales son típicamente los primeros en ser señalados por el público cuando se produce un fraude importante.
Asumir su labor con los estándares éticos y profesionales más elevados es un compromiso que debe ser constante para todos los profesionales de la Contaduría Pública. En particular, recae sobre los auditores la responsabilidad de actuar con ética y transparencia, consolidando la confianza depositada en ellos, para que todos los usuarios de la información financiera y la sociedad en general puedan confiar plenamente en sus informes y opiniones que acompañan a los Estados Financieros emitidos por las empresas auditadas.