¿Estás cansado de ser pobre? ¿Sientes que nunca saldrás adelante económicamente? Si es así, ha llegado el momento de echar un vistazo a tus hábitos. Lo más probable es que haya algunos hábitos que te mantienen pobre. Aquí tienes cinco de los más comunes:
1. Gastas demasiado dinero en cosas innecesarias.
2. No ahorras suficiente dinero.
3. No inviertes en ti mismo.
4. Te dejas endeudar.
5. No tienes un presupuesto ni un plan financiero. ¡Rompe con estos hábitos y empieza a tomar el control de tus finanzas hoy mismo!
No tener un presupuesto ni controlar tus gastos
No crear y seguir un presupuesto es una decisión desafortunada pero común que toman muchas personas. Mucha gente tiende a sobrepasar sus posibilidades y a gastar demasiado, lo que dificulta la gestión de sus finanzas. Sin un control total de sus gastos, la gente no puede ahorrar para el futuro ni saldar las deudas existentes. Esto puede provocar inestabilidad financiera y poner en peligro sus objetivos a largo plazo. Por tanto, siempre es importante llevar un registro de tus gastos y ceñirte a un presupuesto establecido para mantener el orden fiscal.
Tener demasiadas deudas
Tener demasiadas deudas ejerce una enorme presión sobre nuestro bienestar emocional y financiero. Las deudas pueden ser una fuente de preocupación constante, que dificulta centrarse en cualquier otra cosa o tomar decisiones sensatas. Lo más preocupante de tener demasiadas deudas es su efecto sobre nuestros planes futuros: incluso las deudas pequeñas pueden formar una bola de nieve con el tiempo e impedir objetivos importantes como comprar una casa o ahorrar para la jubilación. Es importante que controles tus deudas antes de que te superen; cuanto antes tengas un plan para devolver lo que debes, mejor te irá a largo plazo.
No invertir en ti mismo ni en tu futuro
Invertir en ti mismo y en tu futuro es un componente clave de la seguridad financiera. Ignorar este importante principio puede significar que tengas unos ahorros inadecuados cuando llegue el momento de jubilarte, o que no tengas suficiente dinero reservado para cubrir imprevistos como facturas médicas o reparaciones domésticas. Además, no invertir con regularidad a menudo significa aplazar el crecimiento de la riqueza que podría ayudarte a alcanzar todos tus objetivos financieros. Piensa en los 401(k)s y otros vehículos de jubilación: al asociarte con tu empresa y reservar fondos para más adelante, estás tomando el control de tu situación financiera y preparándote para que las inversiones a largo plazo den sus frutos. Ya sea mediante inversiones en bolsa, oportunidades inmobiliarias o tácticas de riqueza negociable, tomar la iniciativa de invertir en ti mismo ahora puede suponer una gran diferencia para el mañana.
Hacer compras impulsivas
Hacer compras impulsivas es sin duda un hábito tentador, sobre todo cuando ves algo que te llama la atención en el momento. Sin embargo, es importante considerar si comprar algo por capricho merece realmente la pena gastar el dinero que tanto te ha costado ganar. Investigar sobre el producto y dedicar tiempo a conocer mejor sus características y ventajas puede ayudarte a asegurarte de que, cuando hagas una compra impulsiva, no acabes arrepintiéndote después. Aunque las compras impulsivas conllevan muchas posibilidades emocionantes, comprender el valor de lo que compras y tomar una decisión con conocimiento de causa puede ayudarte a evitar el despilfarro de dinero.
No aprovechar los recursos gratuitos
Todo el mundo conoce la importancia de tomar decisiones sabias e informadas, pero con demasiada frecuencia esas mismas personas no aprovechan los numerosos recursos gratuitos que tienen a su disposición. Es fácil pensar que gastar dinero es la única forma de obtener conocimientos e información, pero con innumerables portales en línea, materiales de referencia y consultas personales -todo ello sin coste alguno-, una persona puede obtener rápidamente información valiosa sobre casi cualquier tema o sector. Además, utilizar este tipo de recursos aunque sólo sea una vez puede resultar beneficioso, ya que brinda la oportunidad de entablar relaciones con expertos en los distintos campos que uno pueda estar estudiando. Aprovechar al máximo lo que hay ahí fuera de forma gratuita es una inversión que no requiere desembolsar dinero, lo cual siempre es positivo.
Rodearte de personas que no tienen objetivos similares
Estar rodeado de personas que no comparten nuestros objetivos puede ser una experiencia inestimable. Ser el raro representa una gran oportunidad para crecer y ampliar nuestra comprensión de las distintas formas en que se puede vivir la vida. Mantener relaciones estrechas con personas que tienen ambiciones diferentes nos permite salir de nuestra zona de confort, tanto mental como emocionalmente. Podemos reflexionar sobre sus éxitos, luchas y sueños mientras reflexionamos sobre nuestros propios objetivos. En última instancia, este intercambio nos da una perspectiva valiosa y una visión de lo que en última instancia queremos de la vida, en lugar de conformarnos con ideas preconcebidas anticuadas, aunque sólo sean consejos bienintencionados de familiares y amigos.
Financieramente, el éxito es alcanzable, pero requiere disciplina y planificación. Debes tener un presupuesto para hacer un seguimiento de tus gastos y progresos, controlar tus niveles de deuda, invertir en ti mismo, ser intencionado con las decisiones de compra, aprovechar los recursos gratuitos para aprender nuevas habilidades y entablar relaciones con personas que te ayudarán a alcanzar tus objetivos. Con los conocimientos adecuados sobre el flujo de trabajo y dedicación al proceso, puedes dar grandes pasos hacia el éxito financiero. Alcanzar este objetivo es diferente para cada persona, pero empieza por comprender los fundamentos de cómo gestionar el dinero con sensatez. Tomar las riendas de tu vida financiera ahora te conducirá a una mayor libertad tanto a corto como a largo plazo.