La auditoría, como disciplina fundamental en el mundo empresarial, desempeña un papel crítico en la evaluación de la salud financiera y la gestión de las organizaciones. Para lograr esta tarea con precisión y confiabilidad, los auditores dependen en gran medida de la evidencia de revisión. Esta norma ampliamente aceptada en el ámbito de la auditoría se erige como una de las más cruciales en el proceso de auditoría y en lo que respecta al trabajo de campo, dado que proporciona los componentes necesarios para que la actividad de auditoría sea confiable, coherente, sustancial, productiva y generadora de valor añadido para la entidad sujeta a auditoría. Esto se traduce en acciones orientadas hacia la mejora y la garantía, tanto para la empresa como para la comunidad.
La Responsabilidad en la Obtención de Evidencia Competente
Es esencial tener presente que los resultados de una revisión auditora conllevan responsabilidades que, por sí solas, contribuyen a fortalecer o debilitar la percepción de la organización frente a los resultados obtenidos. La calidad y suficiencia de la evidencia son las bases que respaldan la actuación responsable del equipo auditor.
Para que esta información posea valor, se requiere que la evidencia sea competente, es decir, que cuente con calidad en términos de pertinencia y confiabilidad, y que sea suficiente en cuanto a cantidad. Esto debe tener en cuenta factores como la posibilidad de información errónea, la relevancia y el costo asociado a la obtención de la evidencia.
Características de la Evidencia Competente
La evidencia se considera competente y adecuada si cumple con las siguientes características:
- Pertinente: Cuando contribuye a que el auditor alcance conclusiones relacionadas con los objetivos específicos de la auditoría.
- Auténtica: Cuando es auténtica en todos sus aspectos.
- Comprobable.: Esta característica permite que dos o más auditores lleguen a conclusiones similares de manera independiente y bajo las mismas condiciones.
- Imparcial: Es necesario que la evidencia sea imparcial y no esté diseñada para favorecer intereses particulares en el asunto en cuestión.
Factores que Influyen en la Obtención de Evidencia
La obtención de evidencia suficiente y competente en una auditoría se ve influenciada por factores como el riesgo inherente, donde un mayor riesgo requiere una mayor cantidad de evidencia, y los riesgos de control, que dependen del nivel de implementación y efectividad del control interno.
Herramientas y Técnicas de Auditoría
El auditor debe obtener evidencia a través de la aplicación de pruebas y procedimientos:
- Pruebas de control: Se llevan a cabo para evaluar la idoneidad del sistema de control interno y la contabilidad.
- Pruebas sustantivas: Implican el examen de transacciones e información producida por la entidad auditada, aplicando procedimientos y técnicas de auditoría para validar las afirmaciones y detectar posibles distorsiones materiales en los estados financieros.
Además, existen diversas técnicas de auditoría que se utilizan para investigar y verificar la legitimidad de la información, respaldar el juicio profesional y respaldar las conclusiones de la auditoría. Estas técnicas incluyen inspecciones (documentales y físicas), observaciones, indagaciones mediante entrevistas, confirmaciones, cálculos, procedimientos analíticos y comprobaciones.
En conclusión, la “evidencia” es sin lugar a dudas la piedra angular que sustenta el trabajo del auditor, y debe ser recopilada como parte de los papeles de trabajo de auditoría para justificar y respaldar la labor realizada. Es importante destacar que la elección de técnicas y métodos específicos depende de la naturaleza del objeto de evaluación, y el auditor puede optar por varias técnicas para lograr convicciones sólidas y respaldar sus conclusiones de manera razonable y objetiva.
En última instancia, la evidencia de revisión no solo contribuye a la integridad de la auditoría, sino que también brinda confianza tanto a las empresas auditadas como a la comunidad en general, garantizando la toma de decisiones informadas y el cumplimiento de estándares éticos y legales en el ámbito financiero. La auditoría, en definitiva, se basa en la búsqueda de la verdad a través de la evidencia sólida y competente.