El concepto de automatización a menudo no se comprende completamente. La gente suele asociarlo con robots y computadoras en entornos virtuales sin personas. Sin embargo, en una visión más amplia, la automatización implica usar la tecnología para ejecutar tareas con mínima intervención humana. Puede aplicarse en cualquier sector donde haya tareas repetitivas. No se limita solo a la fabricación o gestión de inventarios, sino que también es relevante para firmas de auditoría y otros servicios, siempre y cuando definan objetivos claros.
En el núcleo de la automatización yace un principio sencillo. Implica tomar procesos manuales intensivos en trabajo humano y configurar la tecnología para llevarlos a cabo. Las personas supervisan la tecnología que ejecuta el proceso en lugar de participar directamente. Desde el uso de aplicaciones de calendario para agendar reuniones hasta la producción automatizada de bienes en fábricas de robots, la automatización abarca diversos niveles de complejidad.
Las firmas de auditoría han adoptado la automatización para mejorar la eficiencia y reducir costos, aunque no produzcan bienes físicos. Sin embargo, las firmas más pequeñas tienden a resistirse debido a la percepción de altos costos iniciales y un retorno de inversión a largo plazo. Esto puede resultar en una brecha digital con firmas medianas y grandes. Para mantenerse competitivas, las firmas más pequeñas deben invertir en soluciones tecnológicas que cumplan las expectativas del cliente y les permitan crecer.
Las pequeñas firmas pueden beneficiarse al mejorar la experiencia del cliente y la eficiencia interna mediante la automatización. Esto implica priorizar las herramientas que benefician al cliente. Sin embargo, no se debe automatizar por automatizar, sino adoptar enfoques estratégicos. La automatización toma diversas formas y conlleva diferentes costos. Algunas sugerencias incluyen:
- Comenzar con pasos simples, mejorando interacciones con los clientes mediante aplicaciones de calendario u otras herramientas intuitivas.
- Capacitar a los clientes para enviar información digitalmente, simplificando la verificación y el procesamiento.
- Automatizar procesos manuales susceptibles de automatización, como pruebas de auditoría o análisis de cifras.
- Gestionar adecuadamente a los empleados, automatizando tareas para liberar tiempo y aumentar el valor que generan.
- Utilizar herramientas para evaluar el rendimiento de los empleados en un entorno automatizado, manteniendo un equilibrio entre productividad y calidad.
La automatización no debe ir demasiado lejos, ya que los clientes buscan experiencias personales y no respuestas automatizadas. Para las firmas de auditoría, la automatización es esencial para mantenerse competitivas en un entorno en constante evolución.